Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y todo, todo, por ganar.

domingo

Me desperté pensándote, me desperté con ganas de escribirte, de plasmarte en versos. Las agujas giraron tantas veces como vueltas diste en mi cabeza. Te soñé. Quiero hablarte, necesito contarte que existo. Tengo ganas de correr, sentir el aire en mi cara, cansarme y frenar de golpe. En ese momento y no en otro quiero gritar tu nombre, que todos sepan que existis. Es raro, las palabras no son en realidad mi medio expresivo, pero cuando te pienso la lengua se me seca y mi corazón late tan fuerte que parece querer salirse e irte a buscar, así que te pido perdón por mi tosquedad.
Es muy loco ¿sabes? En mi pieza tengo un papel color naranja con mi silueta dibujada en él. ¿Cómo puedo explicarte que desde el sábado anterior a ayer, mi vida es distinta? ¿Cómo puedo decirte que desde que me regalaste ese dibujo, me tocaste el corazón? No me regalaste un dibujo, me regalaste la esperanza de que todavía tengo tiempo con vos, tengo posibilidad de abrazarte y verte crecer.
Necesito escribirte, pero más necesito verte.
Ya no hay miedo, no. Tampoco hay dudas, ni siquiera tengo intriga. Estoy llena de certezas. Hoy se que vos, la otra enana y el hombre de los muchos compromisos son parte mía.
No me preguntes cómo pero juro que voy a conocerte, ya no vas a ser palabras ni testimonios, vas a ser tan real como yo. Wanda Ida Figueroa, ese es mi nombre. Ya me conocen, estoy abierta. Mi voluntad me mantiene escribiendo, pero mi mente esta en otro lugar.
Ya me conocen, ahora me toca a mí. No los conozco pero. paradójicamente, los quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario