Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y todo, todo, por ganar.

viernes

Galeano dijo que se durmió con una mujer atragantada en la garganta. Yo tengo dos mujeres y un hombre, ¿Esta mal? No me explico cómo se produce o de dónde viene el cambio que me lleva de la felicidad extrema a la angustia más ahogada. A lo mejor debería dejar de amar con tanta intensidad. O a lo mejor encontrar la forma de contrarrestar el sentimiento de necesidad del otro.
Miro hacia atrás algunos años y veo una yo, que no es yo, una yo tan distinta que se me hace imposible identificarme. Dios, será que realmente soy la consecuencia de una metamorfosis? ¿Trascendí? No me lo explico, pero acepto el cambio, lo tomo y lo hago propio.
Y así voy, con el corazón abierto y las venas de tanto en tanto también, con la frente en alto, con un buen nombre, con una insignia marcada a fuego y arrastrando una valija pesada que a medida el camino avanza, le hace más leve.
Quiero tragarlas y quiero vomitarte por hoy.

domingo

Me desperté pensándote, me desperté con ganas de escribirte, de plasmarte en versos. Las agujas giraron tantas veces como vueltas diste en mi cabeza. Te soñé. Quiero hablarte, necesito contarte que existo. Tengo ganas de correr, sentir el aire en mi cara, cansarme y frenar de golpe. En ese momento y no en otro quiero gritar tu nombre, que todos sepan que existis. Es raro, las palabras no son en realidad mi medio expresivo, pero cuando te pienso la lengua se me seca y mi corazón late tan fuerte que parece querer salirse e irte a buscar, así que te pido perdón por mi tosquedad.
Es muy loco ¿sabes? En mi pieza tengo un papel color naranja con mi silueta dibujada en él. ¿Cómo puedo explicarte que desde el sábado anterior a ayer, mi vida es distinta? ¿Cómo puedo decirte que desde que me regalaste ese dibujo, me tocaste el corazón? No me regalaste un dibujo, me regalaste la esperanza de que todavía tengo tiempo con vos, tengo posibilidad de abrazarte y verte crecer.
Necesito escribirte, pero más necesito verte.
Ya no hay miedo, no. Tampoco hay dudas, ni siquiera tengo intriga. Estoy llena de certezas. Hoy se que vos, la otra enana y el hombre de los muchos compromisos son parte mía.
No me preguntes cómo pero juro que voy a conocerte, ya no vas a ser palabras ni testimonios, vas a ser tan real como yo. Wanda Ida Figueroa, ese es mi nombre. Ya me conocen, estoy abierta. Mi voluntad me mantiene escribiendo, pero mi mente esta en otro lugar.
Ya me conocen, ahora me toca a mí. No los conozco pero. paradójicamente, los quiero.

sábado

2:06 en mi reloj. 206 pensamientos cruzan mi mente a la vez. Vos y yo, vos y yo fundidas mil veces. ¿Qué hago yo sin vos? ¿Te dije alguna vez lo que dicen las ballenas en su canto? ¿Cuántas veces dibujé arcoiris en tu pecho? ¿Qué hago yo sin vos? ¿Cómo te explico? Si no te lo pude explicar antes fue porque la ciénaga de mis sentimientos me ahogaba cada vez más, pero hoy te lo explico, hoy te lo canto y te lo cuento. Hoy porque hoy no es un hoy entre millones, hoy es hoy. Y lo que vivo hoy te lo regalo a vos, que sos lo que mantiene encendido el fuego de mi alma. Nunca nadie rascó tan profundo en las arenas de mi ser, vos ya estabas ahí, con tus brazos abiertos esperándome, un universo entero me entregaste y preparaste para cubrirme de todo mal y disfrazar ese lugar de diversión y protección. Y si no te lo expliqué antes, fue porque no tuve tiempo, pero tenes que saber que sos lo más puro que habita en mí, sos esa fuerza ineludible que me de vuelta la cabeza. Un día voy a buscarte y nos vamos a ver de verdad, voy a abrazarte tanto que se te van a acomodar todos los huesos. Mientras tanto te agradezco por aparecerte en mi mente de vez en cuando. Gracias, de acá al fin.