Dormí, desperté callendo, desperté entre sábanas rotas.
De la uva al vino, e la papa al puré, de la papa al vino y al voto después.
Entre chiste y chiste se me confundió; si me lleva el pingo o el pingo soy yo.
Y muchos marines de los mandarines, que cuidan por vos las puertas del nuevo cielo.
Y si no me encontras, quisiera que mires al mar, yo estaré mirando desde otro lugar.
Por favor dejame ser, tan sólo un ladrillo, en tu pared.
Pablo extraña a sus hijitas que lo cuidan siempre desde el cielo; Dani estaá en Madrid buscando su identidad; Sergio vive enBrasil en una playa tranquila, solitario infelíz, si estuvieras ahí, sólo para ver, para compartir, su alegría inmensa de vivir.
Invitame a vivir en lo profundo de tu ocaso, me elevaré;
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